martes, 5 de enero de 2010

Poemas de Haqabbalah IV

Existe una mesa,
que me ha quitado el sueño
he buscado las medidas
entre medidas egipcias,
entre medidas hebreas
y entre medidas fenicias
y he escuchado decir
que no fue mesa,
que tampoco fue espejo
que quizás un telescopio
o quizás algo más
esa mesa es de esmeralda
y el nombre de su constructor
brilla como una constelación
pero existe algo extraño
muy extraño
en Hiram,
ya que aún se conoce
como hijo de su padre
y su madre era judía,
¿Por que el énfasis
en su origen paterno?
¿Cuáles son las medidas reales?
¿Qué contenia?
¿Qué reflejaba?

3 comentarios:

  1. Las palabras construyen y destruyen
    Las palabras vienen de adentro
    de lo que existe en tu interior
    algunos entienden, otros no,
    pero aún asi, escribes y escribes
    con la esperanza cierta de despertar
    en ti y en los demás

    la interesante busqueda y encuentro
    del tesoro escondido
    Somos niños, con hadas y cuentos
    Somos pequeños y quizás grandes
    pero lo más lindo,
    es no perder lo más bello
    del ser humano
    la inocencia, el asombro
    el mirarse al espejo
    y alegrarse de ESTAR
    aún aquí y esperar
    cuando estés allá.
    Shalom, isabelión

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  2. Una prueba.....no entrar
    es asi, quien no pase
    imposible pueda entrar
    Sin las llaves, tampoco entramos
    aunque podamos tocar la puerta
    necesitamos las llaves
    y entre las llaves
    esta el tono, y la pausa
    y saber utilizar el tono y la pausa
    y entonces entramos
    pero, realmente
    ¿Queremos pasar?
    ¿Queremos entrar?

    porque al estar adentro
    debemos saber previamente
    lo que ibamos a buscar
    tener claro,
    en nuestra mente
    y en nuestro corazón
    que no es orgullo, ni avaricia
    que no es EGO, no malicia
    que tan solo deseamos
    un instante eterno
    con el eterno
    que eso nos basta
    que eso será suficiente.
    Shalom, isabelión.

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  3. Debe ser por eso, que cuentas
    que señalas, que narras´
    que mientrás pensaba en ti,
    pensaba en Dudamel
    tan dueño de la música,
    todo un prodigio,
    asi, lo mismo es Ismael con su musa
    es un artista
    que sabe darle ritmo, color, y sonido
    a cada una de sus palabras
    y entras a una orquesta
    muy bien dirigida
    y debo decir que el veneno
    de la envidia
    se disipa, porque se disfruta
    y se agradece a los CIELOS
    que exista alguién
    que desde la tierra
    nos narre, nos cuente
    lo que ocurre en las estrellas.

    Shalom, isabelión.

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